Una separación o divorcio es una experiencia muy estresante y emocional para todos los involucrados, pero los niños a menudo sienten que todo su mundo se ha puesto patas arriba: a cualquier edad, puede ser traumático presenciar la disolución del matrimonio de los padres y la ruptura de la familia. Los niños pueden sentirse conmocionados, inseguros o enojados y algunos incluso llegan a sentirse culpables, culpándose a sí mismos por los problemas en el hogar. El divorcio nunca es un proceso sin interrupciones e, inevitablemente, este período de transición no ocurre sin cierta medida de dolor y sufrimiento, pero definitivamente se puede reducir drásticamente el dolor de los hijos haciendo de su bienestar nuestra máxima prioridad.
El divorcio y el apoyo a los niños
Como madres nuestra paciencia, tranquilidad y oído atento pueden minimizar la tensión a medida que los niños aprenden a lidiar con circunstancias desconocidas como lo es la separación y el divorcio. Al proporcionar rutinas en las que los hijos pueden confiar, les recordamos que pueden contar con nosotras como mamás para obtener estabilidad, estructura y cuidado.
Cómo contarles a los niños sobre el divorcio
Cuando se trata de contarles a los hijos sobre el divorcio, muchos padres se paralizan o no saben bien cómo deberían actuar. Lo ideal es hacer que la conversación sea un poco más fácil para ti y para tus hijos preparando lo que vas a decir antes de sentarte a hablar. Estrategias como anticipar preguntas difíciles y planificar la conversación que se está a punto de tener puede ser una buena manera de reducir la ansiedad personal y encarar el asunto de manera óptima.
Que decir y como decirlo
Por difícil que sea, es importante tratar de adoptar un tono empático y abordar los puntos más importantes desde el principio. Tus hijos se merecen el beneficio de una explicación honesta, pero siempre desde un punto de vista amigable para los niños.
Decir siempre la verdad
Tus hijos tienen derecho a saber por qué el matrimonio se está acabando, pero las largas razones no son la mejor opción para hablar con niños sobre el tema. Lo mejor es elegir algo simple y honesto, como «ya no nos llevamos bien». Siempre es bueno recordarles a los hijos que, si bien a veces las madres y los padres no se llevan bien y no quieren pasar más tiempo junto, jamás dejarán de amar a sus hijos.
Diles cuanto los quieres
Por simple que parezca, hacerles saber a tus hijos que tu amor por ellos no ha cambiado es un mensaje poderoso. Diles que seguirás cuidándolos en todos los sentidos, desde prepararles el desayuno hasta ayudarlos con la tarea, y que el amor de su madre será siempre incondicional y no se verá afectado por la separación.
Evitar culpabilizar a otros
Es vital la honestidad con los hijos en estos casos, pero sin criticar a la pareja o intentar echar culpas o endilgar responsabilidades. Esto puede resultar especialmente difícil cuando ha habido eventos dolorosos, como la infidelidad, pero con un poco de diplomacia, se puede evitar jugar el juego de la culpa y definitivamente se les ahorrará más de un dolor a los niños.
Ayudar a los hijos a atravesar el divorcio
Para los niños, el divorcio puede sentirse como una pérdida intensa: la pérdida de un padre, la pérdida de la unidad familiar o simplemente la pérdida de la vida que conocían hasta ese momento y que está a punto de cambiar. Puedes ayudar a tus hijos a llorar esa pérdida y adaptarse a las nuevas circunstancias manifestando adecuadamente sus emociones utilizando los siguientes consejos:
La comunicación y la escucha
Como madres debemos estar siempre abiertas a la escucha activa de lo que nuestros hijos sienten y tienen para decir: anímalos a compartir sus sentimientos e incluso puede que necesiten algo de ayuda para encontrar las palabras adecuadas para expresar sus emociones.
La honestidad ante todo
Los niños pueden mostrarse reacios a compartir sus verdaderos sentimientos por temor a lastimarte a ti a la hora de hacerlo: es importante hacerles saber que todo lo que digan está bien. Puede que te culpen por el divorcio, pero si no pueden compartir esos sentimientos honestos contigo, tendrán más dificultades para resolverlos.
La comunicación como proceso
A medida que los niños crecen y maduran pueden ir surgiendo nuevas preguntas, sentimientos o inquietudes sobre lo que sucedió, por lo que es posible que deseen repasar el mismo tema una y otra vez e incluso lo necesiten para poder ir sanando las heridas y comprendiendo lo sucedido a medida que crecen.
Ellos no tienen la culpa
Muchos niños creen que tuvieron algo que ver con el divorcio de sus padres, recordando ocasiones en las que discutieron con ellos, recibieron malas calificaciones o se metieron en problemas. Para ayudar a que tus hijos dejen de lado esa concepción errónea es importante tener en cuenta algunas cosas:
- Deja las cosas claras. Repite cuanto sea necesario por qué decididiste divorciarse. A veces, escuchar la verdadera razón de esa decisión ayuda a despejar cualquier tipo de duda o culpas.
- Ser paciente. Los niños pueden parecer «entenderlo» un día y sentirse inseguros al siguiente. Trata la confusión o los malentendidos de tu hijo con paciencia.
- Siempre que sea necesario, recuérdale a tus hijos que ambos padres seguirán amándolos y que ellos no son de ninguna manera responsables del divorcio.