Los temores sobre lo que sucede hoy en dia pueden tener un costo emocional realmente alto en las personas, especialmente si ya estás viviendo con un trastorno de ansiedad. Lo cierto es que la incertidumbre puede resultar una gran disparadora de todo tipo de emociones que generan estrés, por lo que nada mejor que tener en cuenta las recomendaciones de los psicólogos valencia para atravesar la pan demia de la mejor manera posible.
Psicologos valencia, relajando la ansiedad
Renunciar a nuestro deseo habitual como seres humanos de certeza y control no es tan sencillo como suena. Lo cierto es que atravesar estas semanas donde todo parece girar entorno a la pan demia puede resultar complejo para muchos, y contar con psicólogos valencia que puedan darnos atención virtual es una excelente alternativa para surfear estos días con entereza. Por otro lado, tenemos algunas recomendaciones que te pueden ayudar a atravesar este momento:
Entendiendo tu ansiedad
Sí, definitivamente estamos en un momento aterrador. Estamos en medio de una pan demia mundial, con el cierre de ciudades e incluso países enteros y personas que se han aislado en sus hogares ya sea de manera voluntaria u obligatoria para evitar esparcir el virus que amenaza al planeta entero. Algunos de nosotros estamos en áreas que ya han sido afectadas por lo que pasa. Otros se preparan para lo que pueda venir. Y todos estamos viendo los titulares y nos preguntamos: «¿Qué va a pasar después?»
Para muchas personas, la incertidumbre que rodea a lo que sucede es lo más difícil de manejar. No sabemos exactamente cómo nos veremos afectados o qué tan mal podrían ponerse las cosas. Y eso hace que sea demasiado fácil caer en el pensamiento catastrofico y que la ansiedad normal se convierta en un miedo y pánico abrumadores. Pero hay muchas cosas que puedes hacer, incluso ante esta crisis única e inesperada, para controlar tu ansiedad y tus miedos.
Mantente informado, pero no revises obsesivamente las noticias
Es vital mantenerse informado, particularmente sobre lo que está sucediendo en tu comunidad, para que puedas seguir las precauciones de seguridad recomendadas y hacer tu parte para frenar la propagación del virus. Pero hay mucha información errónea, así como una cobertura sensacionalista que solo alimenta el miedo en quienes lo consumen. Es importante en estos momentos saber discernir acerca de lo que leemos, oímos y miramos adiario.
Apegate a fuentes confiables como la Organización Mundial de la Salud y las autoridades locales de salud pública
Limita la frecuencia con la que buscas actualizaciones sobre el tema . El monitoreo constante de las noticias y las fuentes de las redes sociales puede convertirse rápidamente en algo compulsivo y contraproducente, alimentando la ansiedad en lugar de aliviarla. El límite es diferente para todos, así que presta atención a cómo te sientes y ajústate en consecuencia.
Mejor mantenerse alejado de los medios si comenzamos a sentirnos abrumados. Si la ansiedad es un problema continuo, considera limitar tu consumo de medios a un período determinado de tiempo y hora específicos del día (por ejemplo, treinta minutos cada noche a las 6 pm).
Pídele a alguien confiable que comparta actualizaciones importantes. Si te sientes mejor evitando los medios por completo, pídele a alguien de tu confianza que te transmita las actualizaciones importantes sobre lo que está pasando o incluso cuestiones ajenas a la pan demia pero que podrían interesarte.
Ten cuidado con lo que compartes. Haz tu mejor esfuerzo para verificar la información antes de transmitirla a los demás. Todos debemos hacer nuestra parte para evitar difundir rumores y crear pánico innecesario y psicosis colectiva alrededor del virus.
Concéntrate en las cosas que puedes controlar
Estamos en una época de agitación masiva: hay muchas cosas fuera de nuestro control, incluyendo cuánto durara la pan demia, cómo se comportan otras personas y qué va a pasar en nuestras comunidades a raíz de todo esto. Es algo difícil de aceptar, y muchos de nosotros respondemos buscando interminablemente en Internet las respuestas y pensando en todos los diferentes escenarios que podrían suceder. Pero mientras nos centremos en preguntas con respuestas y circunstancias desconocidas fuera de nuestro control personal, esta estrategia no nos llevará a ninguna parte, aparte de sentirnos agotados, ansiosos y abrumados.
Cuando te sientas atrapado por el miedo a lo que pueda suceder, intenta cambiar tu enfoque hacia las cosas que puedes controlar. Por ejemplo, no puedes controlar qué tan grave es el brote de la pan demia en tu ciudad o pueblo, pero puedes tomar medidas para reducir tu propio riesgo personal (y el riesgo de que lo propagues sin saberlo a otros), como:
- Evitar tocarse la cara (particularmente los ojos, la nariz y la boca).
- lavarse las manos con frecuencia (durante al menos 20 segundos) con agua y jabón o un desinfectante para manos que contenga al menos 60% de alcohol.
- quedarse en casa tanto como sea posible
- evitar multitudes y reuniones de 10 o más personas.
- evitar todas las compras y viajes no esenciales.
- manteniendo 6 pies de distancia entre tu y los demás cuando estes afuera.
- duerme lo suficiente , lo que ayudara a fortalecer tu sistema inmunológico.
- siguiendo todas las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
Planifica lo que puedas
Es natural estar preocupado por lo que puede suceder en el futuro en virtud de la pan demia o cómo esta circunstancia afectará a nuestras rutinas cotidianas. Si bien puedes pensar en todas las posibilidades ya que no serías humano si no cayeras en cuestionamientos razonables, ser proactivo puede ayudar a aliviar al menos parte de la ansiedad. Algunas opciones son:
- Escribe las preocupaciones específicas que tengas sobre cómo el virus puede alterar tu vida. Si comienzas a sentirte abrumado, tomate un descanso.
- Haz una lista de todas las posibles soluciones que se te ocurran para lo anterior. Trata de no obsesionarte demasiado con las opciones «perfectas». Incluye lo que se te ocurra que pueda ayudarte a salir adelante.
- Concéntrate en cosas concretas que puedas resolver o cambiar, en lugar de circunstancias fuera de tu control.
- Una vez que hayas evaluado tus opciones, elabora un plan de acción. Cuando termines, déjalo a un lado y resiste la necesidad de volver a hacerlo hasta que lo necesites o tus circunstancias cambien significativamente.