Claves de la crianza positiva para madres emocionalmente inteligentes

Según las estadísticas un gran porcentaje de mujeres se convertirán en madres en algún punto de sus vidas, y aunque la mayoría de nosotras nos esforcemos por ser verdaderamente grandes madres y modelos a seguir para nuestros hijos, este proceso no está exceptuado de enfrentar desafíos y dificultades y de hacernos dudar de muchas cosas.

Si nuestro deseo de crianza es poner el foco en la felicidad, en el desarrollo positivo del niño y en la resiliencia entonces existen buenos enfoques de crianza positiva que cuentan con una gran cantidad de herramientas para nosotras y un sinfín de beneficios para nuestros hijos, que gracias a este enfoque podrán convertirse en adultos estables, emocionalmente íntegros y saludables.

Los tres enfoques de crianza positiva

Lo primero que debemos saber es que existen una gran cantidad de técnicas y de abordajes diferentes, algunos más complejos que otros, de lo que se conoce como crianza positiva. Sin embargo hemos rescatado tres de los principios que nos han parecido más importantes y que sin duda nos brindarán una buena base para el desarrollo de una buena maternidad.

El objetivo principal de un niño es lograr pertenencia y significado

Una vez que un niño ha sido vestido, alimentado y que cuenta con un techo sobre su cabeza, sus próximos pasos irán encaminados a lograr otras dos necesidades fundamentales de todo ser social: pertenecer y sentirse querido e importante.

¿Qué es pertenecer?

Pertenecer es la sensación de ser deseado y de estar conectado con el entorno. Los seres humanos somos criaturas sociales por lo que constantemente estamos buscando ser parte de algo más grande que nosotros mismos. Para un niño, pertenecer significa sentirse emocionalmente conectado con las personas importantes en su vida y sentirse seguro acerca de cómo encaja en su familia.

El sentido de pertenencia de un niño a menudo se conmueve cuando ocurren grandes cambios en la vida, como cuando llega un nuevo hermano o cuando los padres se separan. Estos tipos de cambios pueden conducir a comportamientos regresivos, pero si comprendemos de dónde provienen estos comportamientos, podremos abordarlos de manera efectiva.

¿Qué es el significado?

El significado es el sentimiento de ser capaz y necesario. Un niño necesita saber que puede marcar la diferencia en una familia ofreciendo contribuciones significativas a la dinámica que se da con sus seres más queridos.

Todo ser humano, ya sea niño o adulto, tiene una necesidad básica de poder y el libre albedrío para elegir cómo ejercer ese poder. Si los niños no pueden ejercer su libre albedrío de manera positiva, utilizarán formas negativas para obtener el control que tanto anhelan naturalmente: negarse a cooperar, responder de mala manera, hacer lo contrario de lo que se les pide, entre otras cosas.

Todo comportamiento está orientado a objetivos

¿Recuerdas la primera negativa de tu hijo a hacer su tarea? ¿O la constante batalla a sus 3 años para lograr que quisiera comer? Lo cierto es que ninguno de esos comportamientos proviene del azar.

Si tu hijo es capaz de articular la motivación detrás de su elección es importante que entendamos que según los especialistas los malos comportamientos son simplemente el esfuerzo de un niño para lograr pertenencia y significado. Una vez que comprendamos que los malos comportamientos son síntomas, y no el problema real, podremos abordar desde la maternidad positiva la causa raíz de una manera tal que por fin podamos comenzar a ver buenos resultados.

Un niño que se porta mal es un niño desanimado

  • Un niño que se porta mal NO es un niño malo.
  • Un niño que se porta mal NO es un niño desafiante.
  • Un niño que se porta mal NO es un niño incontrolable.
  • Un niño que se porta mal NO es un niño malo.

Un niño que se porta mal simplemente está desanimado

Si los sentimientos de desánimo de un niño en la casa continúan durante un período prolongado de tiempo, es frecuente observar que repiten los malos comportamientos habituales. Con el tiempo, el niño comenzará a creer que sus malos comportamientos les atraerán la atención que desean o les darán la sensación de control que buscan.

Sin embargo, cuando cambiamos nuestro pensamiento y reconocemos el mal comportamiento como una SEÑAL de que algo está mal en lugar de verlo como una falla de nuestra parte o una deficiencia en nuestro hijo, veremos una mejora casi instantánea en el comportamiento.

Consejos de crianza positiva para madres

Habiendo visto cuales son los tres pilares que permiten entender las causas y efectos de ciertos comportamientos y hacia donde se enfoca la crianza positiva, podemos implementar algunas cuestiones básicas en casa:

Un ambiente seguro e interesante

Como madres buscamos que el ambiente en el que vive nuestro hijo, sobre todo si es pequeño, sea lo más seguro posible y tratamos de evitarles todo tipo de riesgos. Ahora bien, ¿qué hace que un ambiente sea interesante, llamativo o saludable para un niño? Uno de los pilares de la crianza positiva es entender lo que necesitan y tratar de brindárselo con libertad e inteligencia, en este caso siendo el juego y la imaginación trascendentales para el crecimiento.

Los pequeños no necesitan juguetes caros, pero se puede fomentar el juego imaginativo al proporcionar ropa divertida, cajas para hacer casas de cubículos y materiales artesanales para mantener a los niños activos y creativos. Los niños ocupados tienen menos probabilidades de aburrirse y portarse mal.

Retroalimentación positiva

Todos los niños necesitan la atención de sus madres, y un poco de atención positiva puede ser muy útil. Presta atención a lo que está haciendo tu hijo y dale comentarios positivos específicos como ‘Trabajaste en ese rompecabezas durante siglos. Estoy orgullosa de que te hayas aferrado a él y hayas podido terminarlo’. Los niños también necesitan amabilidad y afecto, por lo que un brazo alrededor del hombro o un abrazo rápido que dice «Te amo» los hace sentir querido, incluido y seguros.

Disciplina consistente y predecible

La disciplina asertiva significa estar preparada en el mundo de la crianza. Significa que tú estableces las reglas básicas y que irás adelante con una consecuencia apropiada para la edad si se rompen esas mismas reglas. También puede significar que ignoraras algunas pequeñas cosas y que también estás dispuesta a reconocer cuando tu hijo hace lo correcto, lo que servirá como incentivo cuando sea amable, justo o servicial.

Expectativas realistas

Nadie es perfecto y todos cometemos errores. Por eso en la crianza positiva lo fundamental es adaptar lo que esperamos de nuestro hijo al desarrollo y la capacidad individual de cada niño, ya que todos son diferentes y tienen características particulares.