Cuando descubrimos que nuestro hijo está siendo victima de bullying podemos sentir una variedad de emociones, desde ira hasta miedo y tristeza. Estas reacciones y respuestas emocionales son naturales para los padres que desean que sus hijos se sientan valorados, protegidos y amados. Para poder darle a nuestros hijos la mejor contención posible ante esta situación, es importante primero reconocer sus emociones y luego enfocarnos en desarrollar un plan de acción para ayudar al niño a pasar la situación
Conociendo las señales del bullying
La mayoría de los niños no volverán a casa y le contarán a sus padres que están siendo victimas de acoso escolar, de hecho, muchos no dirán nada y mantendrán la situación en secreto. Es posible que tu hijo se sienta avergonzado o preocupado de tener la culpa o de haber provocado la situación, por lo que probablemente se vuelva un experto en ocultar la situación. ¿Cuáles son las señales a las que debemos estar atentos como madres?
- Notaremos que el niño se rehusa a ir a la escuela o a utilizar el ordenador (cuando se trate de acoso digital)
- El estado de ánimo del niño cambia después de mirar su teléfono celular o ir a Facebook.
- Es posible que tu hijo no quiera subir al transporte escolar o te ruegue que lo lleves a la escuela a diario.
- Con frecuencia manifestará estar enfermo, con dolores de cabeza y problemas para dormir, y a menudo querrá quedarse en casa y no ir a la escuela.
- Muchas veces se pueden notar las pertenencias dañadas o faltantes, o que el niño sigue perdiendo dinero u otros artículos valiosos cada vez que va al colegio.
- Lesiones o hematomas inexplicables.
- Parece que tu hijo no está comiendo su almuerzo: regresa a casa inusualmente hambriento o su almuerzo regresa a casa con él.
- Puede estar de mal humor, ansioso, deprimido o retraído.
Si bien exhibir uno o más de estos signos no necesariamente significa que tu hijo está siendo intimidado (o acosado cibernéticamente), sí se trata de signos o cosas a las que debemos estar atentas como madres para identificar situaciones problematicas.
Cómo actuar si mi hijo sufre bullying
¿Qué puedes hacer desde tu lugar de madre si tu hijo está sufriendo de acoso escolar? Ya sea que tu hijo te diga directamente que está siendo intimidado en la escuela o que simplemente lo sospeches, debes escuchar lo que tiene que decir sobre este tema, tomarlo en serio y empatizar con calma. Debes apoyarlo asegurándole que lo que está sucediendo está mal y hacerle saber que tiene el derecho legítimo y la responsabilidad de poner fin a cualquier tipo de comportamiento dañino que ocurra, y que le brindarás ayuda con el problema.
Cuando descubrimos que nuestro hijo está siendo intimidado o acosado en la escuela, es natural sentirnos ansiosas, molestas y enojadas. Sin embargo, nuestra primera reacción no siempre será la forma más efectiva de manejar la situación, porque probablemente provenga de la emoción y no de un lugar tranquilo y objetivo, que es donde definitivamente quieres estar cuando hables con tu hijo. Aquí hay algunas buenas reglas generales que como madres debemos seguir al enfrentarnos a esta difícil situación:
No personalizar la situación en exceso
Una de las cosas más difíciles de hacer cuando nuestro hijo sufre bullying es evitar personalizar en exceso lo que está sucediendo. Después de todo, cuando nuestros hijos están dolidos, a menudo sentimos el dolor también y prácticamente todo lo que pasa en su vida también pasa en la nuestra. Muchos de nosotras recordamos haber sido intimidadas cuando éramos niñas, por lo que la situación de nuestro hijo arrastra sentimientos de dolor, vergüenza y humillación. Pero no debemos equivocarnos, si no escuchamos tranquilas y objetivamente a nuestro hijo, probablemente no podamos ser utiles para resolver la situacion. Debemos evitar personalizar en exceso y reaccionar de forma exagerada, poniendo el foco en escuchar bien y ayudarlos a resolver problemas para encontrar formas de lidiar con la situación en cuestión. Cuando reaccionas de forma exagerada, vas a sobrepasar tus límites, es inevitable.
No te precipites y mantén el control
Es posible que ante el conocimiento de que alguien está dañando a tu hijo quieras salir corriendo a tomar algun tipo de acción al respecto, pero eso no ayudará al niño a largo plazo. Si haces esto, el pequeño se sentirá impotente no solo por la forma de maltrato que sufre por parte de su acosador sino también por ti, porque te verá preocupada o a punto de desmoronarte. Es realmente importante calmarse para poner el foco en escuchar al niño y hacer un plan juntos. Preguntate: «¿Cómo puedo ser más útil para mi hijo en este momento?» No olvides hacer una estrategia con tu hijo: aquí es donde entrará la lección de vida que el niño no olvidará jamas, porque esto le permitirá aprender a lidiar con esta situación en el futuro.
No minimizar nunca la situación
Ten en cuenta que este no es un momento para dejar a tu hijo solo, por lo que debes evitar a toda costa cualquier conducta que minimice lo que el pequeño está sufriendo en su ámbito escolar. Ser victima de bullyng no solo es sumamente doloroso en el momento sino que produce consecuencias que, si no se tratan, pueden permanecer hasta en la vida adulta. Tu hijo necesita a alguien más poderoso que los matones para abogar por él y ayudarlo a manejar la situación, por lo que como su mamá debes estar allí para el y no minimizar lo que sufre.
Tener conversaciones abiertas
Habla con tu hijo sobre yus propias experiencias: esto es ideal para empatizar con el y su situación siendo realmente autenticas. Está bien decir: “Me siento tan triste cuando escucho por lo que estás pasando. Estoy aqui para ayudarte.» Haz tu mejor esfuerzo para tener el tipo de relación donde mantienes abiertas las líneas de comunicación, este tipo de vinculo será el que permitirá que tu hijo acuda a ti cada vez que necesite ayuda.