Aunque nadie puede ser feliz todo el tiempo, lo cierto es que existe un ingrediente que puede ayudarnos a que todo se sienta mejor independientemente de las circunstancias que nos rodean: sentirse bien con uno mismo. Para hacer esto, es fundamental comprender y ayudar a nuestro cerebro a desarrollar una autoestima más fuerte y tener pensamientos más flexibles. En esta oportunidad exploramos algunos trucos y recomendaciones para entrenar a nuestra propia mente en el camino de la búsqueda de la felicidad efectiva.
Buscando la propia felicidad de manera activa
¿Es posible entrenar tu cerebro para ser más feliz? Hoy en día se ofrecen innumerables curas milagrosas para lograr la felicidad pero ¿es tan fácil como parece? ¿Existe una fórmula para ayudarnos a ser más feliz y optimista de manera automatica? La respuesta corta a esta pregunta es no, ya que todo lo relacionado con el bienestar psicológico y la plenitud auténtica no es fácil ni rápido y requiere de mucho trabajo y esfuerzo.
Para empezar, debemos entender que al cerebro no le importa si somos felices o no: solo te necesita para sobrevivir. Es por eso que siempre pone de relieve tus peores temores y los procesos que lo mantienen en su zona de confort , ya que de alguna manera esta es su forma natural y organica de funcionar.
Ahora, solo porque tu cerebro es resistente al cambio no significa que no se pueda cambiar la forma en la que está configurado o acostumbrado a funcionar. Los humanos hemos evolucionado notablemente y hemos aprendido a adaptarnos a entornos complejos. Del mismo modo, en la práctica clínica, es posible alcanzar el equilibrio y la curación a través de distintos tratamientos basados en evidencia cientifica. Sin embargo, se requiere un compromiso auténtico y activo por parte del individuo para poder lograr cualquier resultado y mejorar su calidad de vida.
¿Puedes entrenar tu cerebro para ser más feliz?
Entrenar tu cerebro para ser más feliz no se trata solo de cambiar tu dieta o ajustar algunas cuestiones habituales de tu rutina cotidiana. No se trata solo de vivir una vida más activa, practicar deportes o viajar una o dos veces al año. Estos cambios pueden ayudarte a mantenerte saludable y mantenerte satisfecho por un día o dos, pero no te van a dar resultados a largo plazo.
Como exponen los especialistas, no existe una receta fácil para una vida más feliz: el proceso de encontrar la felicidad y la satisfacción es un camino individual que requiere creatividad y originalidad además de esfuerzo y perspectiva. Sin embargo, se pueden tomar una serie de realidades básicas como punto de partida para entrenarnos de camino a lograr la tan ansiada felicidad.
Entrena tus pensamientos para reflexionar sobre las cosas
La neurociencia ha demostrado al mundo que los pensamientos son solo un producto de la actividad cerebral: el cerebro crea pensamientos como resultado de las conexiones eléctricas. Si bien esto es cierto, también es real que tus pensamientos tienen cierto poder sobre tu cerebro porque pueden generar nuevas conexiones e incluso cambiar la forma en la que el órgano funciona.
Los pensamientos negativos, repetitivos y obsesivos pueden retrasar la coordinación cerebral: estos hacen que el cerebro se sienta cansado y disminuyen la actividad en el área prefrontal del cerebro lo que a su vez hace que sea más difícil encontrar soluciones a los problemas que se van presentando.
Una clave para entrenar tu cerebro para ser más feliz es tener más control sobre este tipo de proceso mental. Cuidar los pensamientos y tratar de frenarlos cuando los mismos se vuelven negativos y rumiantes es fundamental en el camino a la mejoría. Todo lo que dices y piensas importa. Por lo tanto, intenta detectar patrones de pensamiento negativos y detenerlos siempre que sea posible.
Por supuesto que este cambio de paradigma de pensamiento no se trata de cambiar las cosas y comenzar a tener pensamientos superficiales y excesivamente optimistas. Se trata simplemente de reflexionar más y ser más flexibles acerca de nuestra propia realidad. Debes ser capaz de pensar en soluciones para un problema, ampliar tus perspectivas y dejar el fatalismo de lado.
Tener un propósito puede darle sentido a tu vida
No tiene sentido vivir una vida sin propósito: concretamente hablando, tener un proposito significa vivir con dopamina, serotonina y con combustible para que funcione el hilo que une tus fantasías con tus objetivos cotidianos. Si tu realidad no significa nada para ti, entonces a esta le faltará valor y a ti te faltará motivación para hacer cualquier cosa.
Esto da paso a un vacío abrumador y conduce a trastornos del estado de ánimo como la ansiedad o la depresión. Tener un propósito claro le da sentido a tu vida, por lo que te recomendamos que intentes recordar lo que es importante para ti y por lo que vale la pena seguir adelante.
Por lo tanto, si quieres entrenar tu cerebro para ser más feliz, debes entender cuál es tu propósito en la vida. Debes tener un objetivo diario, un objetivo que alcanzar a cada paso que des. Incluso algo tan simple como tomar un descanso, salir con alguien, leer un libro o salir a caminar pueden ser motivaciones y propósitos diarios a cumplir.
La felicidad significa sentirse bien contigo mismo
Nadie puede ser feliz todos los días, es verdaderamente imposible mantener ese estado mental para siempre. Ahora, hay algo más importante que ser feliz: sentirse bien consigo mismo. Hoy en día, la falta de autoestima es un gran problema para muchas personas y definitivamente se vuelve un obstáculo para sentirnos realmente plenos.
Esta es una parte esencial del bienestar y un punto de inflexión para sentirse satisfecho con la vida. John Rawls, uno de los filósofos más reconocidos del siglo XX, solía decir que si una sociedad quiere ser feliz, sus ciudadanos deben tener autoestima. Para Rawls, debes creer en ti mismo para ser libre y merecedor de progreso y bienestar. Según Rawls , lo opuesto al autoestima es la impotencia.