Hay momentos en la vida en los que te sientes agotado y te encuentras haciendo preguntas sobre tu existencia como: ¿Por qué estoy aquí? ¿Cuál es mi propósito en la vida? ¿Estoy haciendo lo correcto? Todos hemos tenido este tipo de crisis existenciales en algún momento de nuestras vidas, aunque las preguntas específicas sobre las cuales suelen girar estas crisis varían de persona en persona.
Una crisis existencial puede suceder en cualquier momento de tu vida, aunque sí es cierto que existe una tendencia a que sucedan cuando sientes que las cosas están fuera de control. Es como si todo de lo que estuvieras seguro se vuelve repentinamente inestable. Como todas las crisis, una crisis existencial trae sufrimiento, aunque lo positivo es que podemos encontrar sentido en la crisis para ir más allá del dolor y transformar la situación en una oportunidad de crecimiento. Profundicemos un poco más en esto.
¿Qué es una crisis existencial?
Cuando hablamos de crisis existenciales nos referimos a esos momentos en los que cuestionas tu propia existencia: tienden a suceder inesperadamente y afectan la forma en la que ves la vida. En estos momentos de cuestionamientos, estas preguntas que pueden sacudir los cimientos de incluso tus convicciones más fuertes.
Las crisis existenciales tienden a provocar una gran cantidad de pensamientos y sentimientos: en otras palabras, afectan el plano cognitivo y emocional de manera intensa. Hacer frente a tantas nuevas sensaciones y percepciones en un corto periodo de tiempo puede ser agotador, por lo que muchas personas no ven estas crisis existenciales como algo positivo.
Cómo detectar una crisis existencial
La característica principal de una crisis existencial es un sentimiento de vacío. Esto puede no ser exclusivo de esta experiencia en particular, pero es lo cierto es que se da con bastante frecuencia en la mayoría de los casos. Por otro lado se pueden manifestar otros síntomas o signos como:
- La falta de significado . Tu vida no tiene dirección y sientes que tu vida personal y el mundo carecen de cualquier tipo de significado.
- Sensación de incertidumbre. Te sientes inseguro y cuestionas la vida y la muerte, el bien y el mal, etc.
- Inestabilidad emocional. Pensamientos y sentimientos inquietantes te invaden.
- No puedes lidiar con tus emociones. No sabes qué hacer, quién eres o para qué sirve algo, por lo que es difícil aceptar tus responsabilidades y tomar decisiones.
- Insatisfacción.
- Insomnio.
Por supuesto, los síntomas varían de persona a persona y no existe una descripción de manual que nos determine cómo se vivencia una crisis existencial, ya que se trata de algo intimo e intransferible. Después de todo, cada ser humano es único y tiene experiencias únicas.
Usando la crisis para tu beneficio
Si bien una crisis existencial ciertamente puede ser agotadora, lo cierto es que podemos usarla para nuestro beneficio y aprovechar la situación como un verdadero puente para dirigirnos a una mejor versión de nosotros mismos. Se trata de ver las cosas desde una perspectiva diferente: tienes que valorar tu potencial y usarlo para mejorar las cosas.
El neurólogo y psiquiatra austriaco Víctor Frankl enfatizó esta forma de ver una crisis existencial: este especialista hizo hincapié en que las personas tienen la capacidad de superar situaciones difíciles y superar la adversidad pero que para lograrlo, primero se debe encontrar el significado en esa situación particular y en la existencia en general.
De hecho, Frankl creó la logoterapia, un tipo de psicoterapia que argumenta que la fuerza impulsora para los seres humanos es la búsqueda de significado. También consideró a cada persona única e incomparable, lo que significa que el proceso de cada individuo también será único.
Logoterapia de Victor Frank
Este tipo de terapia, como mencionamos anteriormente, apunta a ayudarnos a descubrir nuestro propósito en la vida y, en consecuencia, nos ayuda a encontrar el significado que según este especialista es el impulsor de todo cambio hacia el bienestar. La clave es ir más allá del sufrimiento y ver la crisis existencial como una oportunidad para explorar quiénes somos y avanzar.
Si te permites cambiar la perspectiva , podrás ver conceptos, ideas y recursos que podrías haberte perdido antes. Además, si aceptas que la crisis es una parte intrínseca de la vida, esa típica angustia podría ser reemplazada por serenidad.
Pasar por una crisis existencial sin cicatrices es casi imposible. Por lo tanto, en lugar de desperdiciar tu esfuerzo, intenta aceptarlo, explorarlo y descubrir por qué sucedió y adónde puede llevarte. Las crisis existenciales son parte de la vida. Aprender a lidiar con ellas es un proceso personal, pero verlas como oportunidades de aprendizaje es una estrategia saludable para todos. Lo más importante es trascender tu sufrimiento y tus dudas para poder salir de la crisis más fuerte que nunca.