El duelo es una respuesta natural a la pérdida: se trata del sufrimiento emocional que sientes cuando te quitan algo o alguien a quien verdaderamente amas. A menudo, el dolor de la pérdida puede ser abrumador y puedes encontrarte experimentando todo tipo de emociones difíciles e inesperadas, desde conmoción o ira hasta incredulidad, culpa y profunda tristeza. El dolor del duelo también puede afectar a la salud física, lo que dificulta dormir, comer o incluso pensar con claridad. Estas son reacciones normales a la pérdida, y cuanto más significativa sea la pérdida, más intenso será el sentimiento de duelo. Hacer frente a la muerte de alguien a quien amas es uno de los mayores desafíos de la vida.
Centros psicología valencia: las etapas del duelo
En 1969, la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross introdujo lo que se conoce hoy en día como las «cinco etapas del dolor». Estas etapas de duelo se basaron en sus estudios sobre los sentimientos de los pacientes que enfrentan enfermedades terminales, pero muchas personas los han generalizado a otros tipos de cambios y pérdidas negativas en la vida, como la muerte de un ser querido o una ruptura.
Negación: «Esto no me puede estar pasando».
Ira: “ ¿Por qué está pasando esto? ¿De quién es la culpa?”
Negociación: «Si logras que esto suceda, en cambio te ofrezco esto”
Depresión: «Estoy demasiado triste para hacer algo».
Aceptación: «Estoy en paz con lo que ha sucedido».
Si experimentas alguna de estas emociones después de una pérdida, puede ser útil saber que tu reacción es natural y que sanarás si te das el tiempo para hacerlo y te permites la ayuda de centros psicología valencia. Sin embargo, no todos los que atraviesan por este dolor pasan por todas estas etapas, y eso está bien. Contrariamente a la creencia popular, no tienes que pasar por cada etapa para sanar de manera efectiva y volver a recuperar el rumbo de tu vida. De hecho, algunas personas resuelven su dolor y la pérdida sin pasar por ninguna de estas etapas. Y si atraviesas estas etapas de duelo, probablemente no las experimentarás en un orden ordenado y secuencial, así que no te preocupes por lo que «deberías» sentir o en qué etapa se supone que debes estar. Déjate sentir todo lo que tengas que sentir.
La propia Kübler-Ross nunca tuvo la intención de que estas etapas fueran un marco rígido que se aplique a todos los que atraviesan una pérdida o están de duelo. En su último libro antes de su muerte en 2004, dijo sobre las cinco etapas del duelo: «Nunca tuvieron la intención de ayudar a meter emociones desordenadas en paquetes limpios y organizados. Son respuestas a la pérdida que tienen muchas personas, pero no hay una respuesta típica a la pérdida, ya que no hay una pérdida típica. Nuestro duelo es tan individual como nuestras vidas».
Centros psicología valencia: consejos para atravesar el duelo
Cuando estás de duelo, es más importante que nunca cuidarte. El estrés de una pérdida importante puede agotar rápidamente tu energía y reservas emocionales, y el autocuidado y amor propio se vuelven grandes amigos en el proceso. Cuidar de tus propias necesidades físicas y emocionales te ayudará a superar este momento difícil.
La importancia de enfrentar los sentimientos
Puedes tratar de acallar tu dolor, pero no puedes evitarlo para siempre. Para sanar, debes reconocer lo que estás sintiendo. Intentar evitar sentimientos de tristeza y pérdida solo prolonga el proceso de duelo y un proceso no resuelto también puede provocar complicaciones como depresión, ansiedad, abuso de sustancias y problemas de salud.
Expresa tus sentimientos de una manera tangible o creativa
Si te cuesta expresar emociones, una buena alternativa puede ser escribir sobre tu pérdida en un diario. Si has perdido a un ser querido, puedes escribir una carta en donde manifiestes las cosas que sientes profundamente en tu corazón; hacer un álbum de recortes o un álbum de fotos para celebrar la vida de la persona; o involucrarte en una causa u organización que era importante para ese ser querido que extrañas.
Intenta mantener tus pasatiempos e intereses
Hay comodidad en la rutina y volver a las actividades que te alegran y te conectan más con los demás puede ayudarte a aceptar la pérdida y ayudar al proceso de duelo.
No dejes que nadie te diga cómo sentirte, y tampoco te digas cómo sentirte
Tu dolor es tuyo, y nadie más puede decirte cuándo es el momento de «seguir adelante» o «superarlo». Permítete sentir lo que sientes sin vergüenza o juicio tanto propio como ajeno. Está bien estar enojado, gritarle al cielo, llorar o no llorar. También está bien reírse, encontrar momentos de alegría y dejarse llevar cuando estés listo.
Planifica con anticipación los «desencadenantes» del dolor
Los aniversarios, días festivos e hitos pueden despertar recuerdos y sentimientos que pueden llevarte nuevamente a caer bajo una nube gris de tristeza. Prepárate para un golpe emocional y es importante que sepas que es completamente normal. Si estás compartiendo un feriado o un evento de ciclo de vida con otros familiares, habla con ellos con anticipación sobre sus expectativas y acuerda estrategias para honrar a la persona que amas y que ya no está.
Cuidar tu salud física
La mente y el cuerpo están conectados: cuando te sientas sano físicamente, estarás en mejores condiciones para afrontarlo emocionalmente. Combate el estrés y la fatiga durmiendo lo suficiente, comiendo bien y haciendo ejercicio.
Duelo patológico: Cuando el dolor no desaparece
A medida que pasa el tiempo después de una pérdida significativa, como la muerte de un ser querido, es normal que los sentimientos de tristeza, entumecimiento o enojo disminuyan gradualmente. Estas y otras emociones difíciles se vuelven menos intensas a medida que comienzas a aceptar la pérdida y te das la oportunidad de avanzar con tu vida. Sin embargo, si no te sientes mejor con el tiempo, o si tu dolor está empeorando, puede ser una señal de que lo que te pasa se ha convertido en un problema más grave, algo que conocemos como duelo patológico en los centros psicología valencia.
Si bien siempre es bueno contar con ayuda psicológica y con un profesional que nos acompañe en los momentos duros de la vida, se vuelve especialmente imprescindible cuando el proceso de duelo se vuelve patológico y comenzamos a experimentar síntomas como:
- Sentir que no vale la pena vivir
- Desear haber muerto junto con el ser querido
- Culparse por la muerte del ser querido
- Sentirse entumecido y desconectado de los demás durante más de unas pocas semanas.
- Tener dificultades para confiar en los demás desde la pérdida.