¿Tienes, como muchas personas, una lista mental de las cosas que crees que necesitas para ser realmente feliz? Hay muchos aspectos externos que nuestra sociedad nos enseña a perseguir: éxito, riqueza, fama, poder, buena apariencia, amor romántico. ¿Pero son realmente las claves de la verdadera felicidad y del bienestar?

En relación a la pregunta manifestada, la investigación científica moderna sobre el tema dice que no, al menos cuando se trata de la felicidad a largo plazo. Un premio de prestigio, un gran aumento, una nueva relación emocionante, un auto nuevo, perder peso, estas cosas pueden hacernos sentir bien al principio, pero la emoción no dura mucho tiempo. Los seres humanos se adaptan rápidamente a las nuevas circunstancias, una cualidad que nos ha ayudado a sobrevivir y prosperar a lo largo del tiempo. Pero también significa que las cosas positivas que inicialmente nos hacen más felices pronto se convierten en nuestra nueva normalidad y volvemos a nuestra antigua línea de base de felicidad.

Sin embargo, los investigadores en el campo de la psicología positiva han descubierto que realmente podemos aumentar nuestra felicidad y satisfacción general con la vida, y no se requiere para lograrlo provocar ningún cambio drástico de circunstancias. Lo que se necesita es un cambio interno de perspectiva y actitud. 

Consejo 1: entrena tu cerebro para ser más positivo

Nuestros cerebros están programados para notar cuando algo va mal: se trata de un mecanismo de supervivencia que ayudó a mantener seguros a nuestros antepasados ​​que habitaban en cuevas en un mundo donde había muchas amenazas físicas de manera constante. Pero lo cierto es que en el mundo actual que es relativamente seguro en comparación, esta predisposición biológica a enfocarse en lo negativo contribuye al estrés y la infelicidad de las personas.

Si bien no podemos cambiar nuestra naturaleza, podemos entrenar nuestros cerebros para ser más positivos. Esto no significa poner una cara sonriente y silbar una melodía feliz de manera constante sin importar lo que esté sucediendo a nuestro alrededor: no tienes que ignorar la realidad o fingir que las cosas son maravillosas incluso cuando no lo son, pero al igual que detenerse en las cosas negativas alimenta la infelicidad (y juega un papel importante en la depresión y la ansiedad), elegir notar, apreciar y anticipar la bondad y las cosas positivas de nuestro día a día es un poderoso refuerzo del bienestar.

Expresar gratitud

Animarnos a nosotros mismos a ser más agradecidos puede marcar una gran diferencia en la felicidad general. La investigación muestra que la gratitud te ayuda a experimentar más emociones positivas, disminuir la depresión, sentirte mejor contigo mismo, mejorar tus relaciones y fortalecer tu sistema inmunológico.

Hay varios ejercicios simples que puede practicar para aumentar y cultivar una actitud de gratitud

Dar sinceras gracias a los demás. Cuando alguien nos da una mano o hace algo para facilitarnos el día, siempre es bueno animarnos a pronunciar verbalmente nuestro agradecimiento. No solo hará que la persona se sienta bien, sino que también nos dará a nosotros un verdadero impulso de felicidad. Es una recompensa instantánea ver cómo expresar gratitud hace una diferencia positiva en el día de otra persona. Te hace darte cuenta de que todos estamos conectados y que lo que haces importa.

Mantenga un diario de agradecimiento. Puede sonar cursi, pero escribir las cosas buenas que te sucedieron durante el día realmente funciona. La investigación muestra que llevar un diario de gratitud es una técnica poderosa que te hace sentir más feliz al instante, más conectado con los demás y realmente agradecido.

Cuenta tus bendiciones. Acostúmbrate a reflexionar regularmente sobre las cosas por las que debes estar agradecido. Te recomendamos traer a tu mente a todas las personas buenas, experiencias y cosas en tu vida, tanto ahora como en el pasado. 

Encuentra lo positivo en un evento negativo de tu pasado. Incluso las circunstancias más dolorosas pueden enseñarnos lecciones positivas. Vuelve a evaluar un evento negativo de tu pasado teniendo en cuenta lo que aprendiste o cómo te hiciste más fuerte, más sabio o más compasivo. Cuando puedas encontrar significado incluso en las cosas malas que has experimentado, estarás más feliz y más agradecido de lo que te rodea.

Consejo 2: nutre y disfruta tus relaciones

Las relaciones son una de las mayores fuentes de felicidad en nuestras vidas. Nada más positivo para el bienestar diario que contar con un círculo grande y solidario de familiares y amigos. Es por eso que nutrir tus relaciones es una de las mejores inversiones emocionales que puedes hacer en la búsqueda de la verdadera felicidad a largo plazo. Si haces un esfuerzo por cultivar y construir tus conexiones con los demás, pronto cosecharás las recompensas de experimentar emociones más positivas. 

Haz un esfuerzo consciente por mantenerte conectado. En nuestra ocupada sociedad, es fácil quedar atrapado en nuestras responsabilidades y descuidar nuestras relaciones. Pero perder el contacto con los amigos es uno de los arrepentimientos más comunes al final de la vida, por lo que definitivamente es importante cuidar este aspecto. Haz un esfuerzo para mantenerte conectado con las personas que hacen que tu vida sea más brillante y alegre. 

Invierte en tiempo de calidad con las personas que te importan. Lo que importa no es solo el tiempo que pasas con amigos y familiares, sino la calidad del mismo y la satisfacción que obtienes luego de dichos momentos compartidos. Para disfrutar de relaciones saludables y gratificantes, nada mejor que compartir con nuestros seres queridos lo que sucede en nuestras vidas y cómo nos sentimos. 

Ofrecer cumplidos sinceros. Piensa en las cosas que admiras y aprecias de la otra persona y luego exprésalo cuando tengas la oportunidad. Esto no solo hará que la otra persona sea más feliz, sino que lo alentará a ser un mejor amigo o compañero. Como práctica de gratitud, también te hará valorar más la relación y sentirte más feliz.

Busca gente feliz. La investigación muestra que la felicidad es contagiosa. Por lo tanto, haz un esfuerzo para buscar y pasar tiempo con personas felices. Antes de que te des cuenta, también sentirás la felicidad que ellos transmiten y tendrás ganas de cambiar tu perspectiva.