El virus ha sumido al mundo entero en la incertidumbre y las constantes noticias sobre la pan demia pueden no solo parecer implacables sino también tener un impacto negativo en nuestro bienestar general. Todo esto está afectando la salud mental de las personas, particularmente a aquellas que ya viven con afecciones como ansiedad y TOC. Entonces, ¿cómo podemos proteger nuestra salud mental en estos momentos? Preocuparse por las noticias es comprensible, pero para muchos estar constantemente pendiente de lo que sucede puede llegar a ser contraproducente.
La salud mental durante una crisis sanitaria
El brote nos ha movilizado a todos: hemos visto como nuestra rutina diaria se modificó abruptamente y emociones como la ansiedad y el miedo se han vuelto protagonistas de nuestros días. ¿Cómo podemos evitar que esta situación nos afecte a nivel mental? Veamos algunas recomendaciones que nos ayudarán a transitar este momento de la mejor manera posible:
Gestiona tus expectativas
Seguramente estos momentos de cuarentena y aislamiento no sean la manera más cómoda para trabajar o continuar con nuestros proyectos, pero lo cierto es que debemos evitar perder el foco y reducir nuestra productividad durante este brote. No subestimes la carga cognitiva y emocional que trae esta pan demia, ni el impacto que tendrá en tu productividad, al menos a corto plazo. Dificultades para concentrarse, baja motivación y un estado de distracción constante son de esperar en circunstancias como las que nos rodean actualmente. La adaptación llevará tiempo, por lo que no deberías ser demasiado duro contigo mismo. A medida que nos instalamos en este nuevo ritmo de trabajo remoto y aislamiento, debemos ser realistas en los objetivos que establecemos, tanto para nosotros como para los demás a nuestro cargo.
Administrar proactivamente nuestro umbral de estrés
Intenta establecer una base sólida para tu salud mental y bienestar priorizando tu descanso diario y practica lo que se conoce como una buena “higiene del sueño” (por ejemplo, evita las luces azules antes de acostarte y mantén una rutina alrededor de tus horas de sueño y vigilia para que el cuerpo pueda identificar adecuadamente el momento de dormir). Es fundamental alimentarnos bien, sobre todo teniendo en cuenta que el encierro y sensaciones como el estrés o la ansiedad pueden llevarnos a una inclinación por los excesos de comida chatarra o incluso el alcohol. Por otro lado también recomendamos hacer ejercicio en la medida del posible dentro de casa, esto reducirá tus niveles de estrés, te ayudará a regular mejor tus emociones y mejorará la calidad de tu descanso nocturno.
Conocer tus banderas rojas
Una forma de manejar los momentos de ansiedad o malestar psicológico es identificar pensamientos clave o sensaciones físicas que tienden a contribuir a tu ciclo de angustia y sentimientos de estar abrumado. Nuestros pensamientos («¿Por qué no puedo concentrarme?»), Sentimientos (frustración, preocupación, tristeza), sensaciones físicas (tensión, malestar estomacal, nerviosismo) y acciones (como verificar compulsivamente las últimas estadísticas) se alimentan y amplifican de estas espirales de emocionales negativas. Abordar un aspecto de este ciclo, por ejemplo, reduciendo activamente los síntomas físicos (usar la respiración para serenarse cuando notamos tensiones en el cuerpo: inhalar durante cuatro conteos, mantener durante cuatro, exhalar durante cuatro y mantener durante cuatro, luego repetir) puede reducir el ciclo y ayudarte a recuperar el control.
La rutina es una amiga en estos casos
Armar una rutina y respetarla puede ser de gran ayuda para atravesar una cuarentena con aislamiento: permite controlar la ansiedad y te ayudará a adaptarte más rápidamente a esta realidad actual. Para lograrlo te recomendamos crear distinciones claras entre el tiempo laboral y el no laboral, idealmente tanto en tu espacio de trabajo físico como en tu espacio mental. Por otro lado, además de respetar una rutina diaria en casa, trabajar en ráfagas cortas con descansos claros ayudará a mantener la claridad de tu pensamiento y a no perder el foco o la productividad en estos tiempos.
Sé compasivo contigo mismo y con los demás
Hay muchas cosas que no podemos controlar en este momento, pero la forma en que nos hablamos a nosotros mismos durante estos tiempos difíciles puede proporcionar un poderoso amortiguador para estas circunstancias difíciles o amplificar nuestra angustia dependiendo de qué maneras escojamos. Esta pan demia causará mucho estrés en muchos de nosotros, y no podemos ser siempre la mejor versión de nosotros mismos, pero í podemos pedir ayuda o comunicarnos y responder a nuestros seres cercanos cuando se nos pide ayuda.
Mantener conexiones
Incluso los más introvertidos de nosotros necesitamos un sentido de conexión con los demás para nuestra salud mental y física. Muchos grupos de trabajo han creado foros virtuales en los que se puede contribuir y conversar, algo que ha resultado ser un gran alivio para todos. Estamos en aislamiento social, pero eso no quiere decir que debamos sentirnos solos: aprovechemos las tecnologías con las que contamos en la actualidad para seguir conectados con aquellos a los que queremos y para iniciar nuevas relaciones y vínculos.
Manejar la incertidumbre permaneciendo en el presente
Es importante tomar cada día como viene y concentrarse en las cosas que sí podemos controlar. La atención plena y la meditación pueden ser excelentes herramientas para mantenernos enfocados en el presente.
Probablemente sea un tiempo estresante para todos nosotros, y pondrá a prueba las políticas y prácticas de salud mental de muchos espacios y lugares en el mundo. Al adoptar buenas medidas de salud mental y bienestar, y al confiar en los demás cuando sea necesario, podremos protegernos a nosotros mismos y a quienes nos rodean para atravesar este momento de la mejor manera posible.